Hayden Wilde revela su fórmula para triunfar en el T100 tras superar la dura prueba de Singapur

El medallista olímpico de plata en triatlón, Hayden Wilde, tuvo un debut triunfal en el T100 World Tour al conquistar la victoria en el exigente clima caluroso y húmedo de Singapur. La competencia, celebrada el pasado domingo, fue definida por el propio atleta neozelandés como una de las carreras más “inteligentes” de toda su trayectoria deportiva.

Con 27 años, Wilde no comenzó liderando la competencia. Durante la etapa de natación se mantuvo en el grupo intermedio, aunque siempre cerca del frente, lo que le permitió mantenerse competitivo. Fue en la fase de ciclismo donde comenzó a escalar posiciones de forma decidida.

La diferencia clave llegó con una impresionante carrera a pie, completando los 18 kilómetros en un tiempo de 1:01:46, el más rápido del día. Esta actuación le aseguró la victoria con un tiempo total de 3:18:11, superando al francés Léo Bergere por 2 minutos y 34 segundos, y al campeón mundial del T100, Marten Van Riel, por 3 minutos y 22 segundos.

Cómo superó el calor de Singapur

Tras la victoria, Wilde conversó con el canal IRONMAN Hacks en YouTube, donde compartió detalles de cómo afrontó las durísimas condiciones climáticas en Singapur para lograr el triunfo.

“Definitivamente fue una de mis carreras más inteligentes. Salí con la idea de ejecutar mi propia estrategia”, explicó.

“El agua estaba muy caliente. Al principio logré mantenerme con el primer grupo cerca del pontón, pero el ritmo era demasiado alto y sabía que si seguía así iba a reventar, así que decidí retroceder un poco. Me acomodé bien en los pies de otros competidores y, llegando al segundo kilómetro, me sentía cómodo y empecé a ganar posiciones en el agua. Estuve bastante satisfecho con eso.”

Wilde luego pasó al segmento de ciclismo y rápidamente alcanzó al grupo puntero. “Me tomó apenas unos kilómetros conectar con los de adelante. Rico Bogen estaba volando en las primeras tres vueltas, fue impresionante. Después de unos 40 minutos, todos comenzamos a encontrar nuestro ritmo y decidí enfocarme en lo mío, mantener la potencia que había planeado, y estoy muy contento con cómo lo gestioné.”

Un reto de resistencia física y mental

A pesar de su gran rendimiento sobre la bicicleta, Wilde adoptó una estrategia conservadora, priorizando el control de su frecuencia cardíaca y el uso eficiente de energía.

“Mi frecuencia cardíaca estaba altísima durante el recorrido en bicicleta. Creo que todos lo sintieron igual, hacía muchísimo calor, el sol estaba a pleno y no había nubes. Fue duro. Al subir, el pulso me llegaba a 165, algo que normalmente no me pasa en la bici. Intentaba no pedalear cuesta abajo para bajarlo, pero igual tenía que hacerlo. Estaba entre 150 y 160, lo cual es bastante elevado para mí”, contó.

“El promedio de potencia en las subidas fue de 380 vatios, mientras que en las partes planas y bajadas estuve entre 280 y 300. Tenías que ser muy precavido, mantenerte dentro de tus límites. Sabía que si me acercaba a los 400 vatios en las cuestas, iba a meterme en problemas.”

Control total hasta la línea de meta

Wilde también destacó la importancia de mantener la calma y el control durante la etapa final de carrera a pie, lo que le permitió llegar en óptimas condiciones a la meta.

“La clave fue mantenerme en control, correr a un ritmo que me permitiera mantener una frecuencia cardíaca segura, la cual sabía que me llevaría bien hasta el final de los 18 kilómetros”, concluyó.

Con esta victoria, Hayden Wilde no solo dejó claro que es un contendiente de peso en el circuito T100, sino que también demostró que la estrategia y la inteligencia en competencia pueden marcar la diferencia en condiciones extremas.