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DAVID MARTINDALE perderá los pocos pelos que le quedan si continúa enojado con los YouTubers que atacan a los entrenadores e insisten en que debería haber algún tipo de ventana para contratar y despedir entrenadores.
El genio ha salido de la botella con todo esto. Donde quiera que mires, cada vez que enciendes el teléfono o enciendes la radio, las opiniones vuelan por todas partes como enanos al atardecer.
Es simplemente la naturaleza del juego ahora. A diferencia del pasado, cuando llamabas por teléfono a una emisora de radio o escribías en las páginas de cartas de un periódico, todo el mundo tiene una forma de expresar sus pensamientos sobre el fútbol. Y siempre nos dicen que es un juego de opiniones, ¿verdad?
Los apostadores pagan su dinero para asistir a los partidos y apoyar a su club y se les permite crear sus podcasts (muchos de los cuales, por cierto, son extremadamente buenos) para decir lo que quieran dentro de los límites de la ley. Toda una industria gira en torno a veladas de expertos, oradores, etc. Permite a un cierto número de ex ejecutivos y similares ganar un salario útil después de haber sido vaciados.
Se puede argumentar que todo esto es sólo parte del fútbol –y hablar de ello en un foro público– para volverse un poco más democrático. Todo es divertido ahora. Y eso no cambia.
El manager de Livingston, David Martindale, está cansado de las críticas a sus jefes por parte de los fanáticos y los medios.
Russell Martin fue despedido por los Rangers después de un pésimo comienzo de temporada
Lidiar con todo esto es sólo una parte de la razón por la cual tantos gerentes reciben tan buenos salarios. Gordon Strachan siempre decía eso y tenía razón. Necesitas poder manejar el ambiente moderno y desde este lugar en la arena la mejor manera parece ser desconectarte de las redes sociales y simplemente tratar de evitar el ruido exterior.
En cuanto a introducir algún tipo de ventana de transferencia para los entrenadores, eso simplemente no funcionará en absoluto.
Como en cualquier ámbito de la vida, los directivos serán criticados si no hacen correctamente su trabajo. Es completamente irreal sugerir que los propietarios y presidentes deberían estar encadenados a ellos y, como resultado, ver a sus clubes descendidos. Es sólo el nombre del juego y un riesgo laboral.
Strachan, exjefe del Celtic y Escocia, insistió en que las críticas eran un riesgo laboral para los directivos
Desde una perspectiva, a los entrenadores en jefe de cierto nivel del juego profesional les está yendo bastante bien. Se puede argumentar que son recompensados por el fracaso, con ganancias significativas sin importar cuán pobre sea su desempeño.
Esto no genera una gran simpatía entre los millones de personas empleadas en la economía informal, con contratos de cero horas o que trabajan duro con pocos derechos.
Martindale está a la vanguardia del fútbol y sus opiniones tienen cierto peso. Pero él está nadando contra corriente.
Toda una fuerza laboral global, en cada profesión y cada negocio, debe hacer frente a cambios y desarrollos en su mundo de maneras que no aprueban. Si esto realmente molesta a Martindale como parece, sería mejor que considerara otra cosa, porque solo es en una dirección.



