Parte de lo que hace que conducir una bicicleta sea algo hermoso, es que funciona para sentir: una interacción pura entre el protagonista y las leyes de la física. No es el único deporte como este: piense en esquiar, paracaídas, incluso de la carrera.

Pero eso también lo distingue de muchos otros, y la bicicleta agrega una dinámica adicional: un intermediario entre el conductor y la madre naturaleza.

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