Gran Bretaña ha impuesto nuevas sanciones a las dos mayores compañías energéticas de Rusia, mientras la canciller Rachel Reeves se comprometía a sacar el petróleo del país “del mercado”.

Rosneft y Lukoil fueron atacados recientemente como parte de un paquete de 90 nuevas sanciones destinadas a reducir aún más los flujos de ingresos del Kremlin.

Las dos compañías exportan juntas 3,1 millones de barriles de petróleo por día, y Rosneft es responsable por sí sola del 6 por ciento de la producción mundial de petróleo.

Las sanciones se anunciaron cuando la señora Reeves llegó a Washington DC el miércoles para asistir a las reuniones del Fondo Monetario Internacional.

Se espera que el canciller consiga que otros países corten los ingresos del régimen de Vladimir Putin mientras continúa la invasión rusa de Ucrania que lleva tres años y medio.

Cuatro terminales petroleras en China, 44 petroleros de la “flota fantasma” que transportan petróleo ruso y la compañía india Nayara Energy también se han visto afectados por las últimas sanciones británicas.

Nayara importó 100 millones de barriles de crudo ruso el año pasado por un valor de más de 5 mil millones de dólares.

“Estamos enviando una señal clara: el petróleo ruso está fuera del mercado”, dijo Reeves. “A medida que aumenta la agresión de Putin, estamos intensificando nuestra respuesta.

Rosneft y Lukoil fueron objeto recientemente de un paquete de 90 nuevas sanciones. Rosneft por sí sola es responsable del 6% de la producción mundial de petróleo.

Gran Bretaña está movilizando a otros países para cortar los ingresos del régimen de Vladimir Putin mientras éste continúa la invasión rusa de Ucrania desde hace tres años y medio.

Gran Bretaña está movilizando a otros países para cortar los ingresos del régimen de Vladimir Putin mientras éste continúa la invasión rusa de Ucrania desde hace tres años y medio.

El Canciller añadió: “El Reino Unido seguirá recortando la financiación que alimenta su maquinaria de guerra.

“Haremos que todos aquellos que permitieron su invasión ilegal de Ucrania rindan cuentas”.

Las últimas sanciones británicas coinciden con el lanzamiento por parte de Putin de la Semana Rusa de la Energía en Moscú.

A medida que los vitales ingresos petroleros de Rusia disminuyen bajo el peso de las sanciones globales, el Kremlin está trabajando para expandir su industria de gas natural licuado (GNL) para compensar estas pérdidas.

El gobierno británico también anunció el miércoles que sancionar a ocho buques cisterna especializados en GNL y a la terminal china de GNL en Beihai.

Beihai importa GNL de Arctic LNG2, el proyecto insignia de GNL ruso en graves problemas, que fue sancionado por el Reino Unido en febrero del año pasado.

Gran Bretaña también prohíbe importaciones de productos refinados del petróleo a terceros países a partir de petróleo crudo de origen ruso.

Otras sanciones incluyen ataques a empresas –en Tailandia, Singapur, Turquía, India y China– que suministran componentes electrónicos críticos a drones y misiles rusos.

La Ministra de Asuntos Exteriores, Yvette Cooper, afirmó: “En este momento crítico para Ucrania, Europa está intensificando sus esfuerzos.

“Juntos, el Reino Unido y nuestros aliados están ejerciendo una presión cada vez mayor sobre Putin –enfrentándose a su flota de petróleo, gas y sombra– y no cederemos hasta que abandone su fallida guerra de conquista y tome en serio la paz.

“Incluso con su economía de guerra chirriando, su gente sufriendo y sus militares sufriendo pérdidas impensables, todavía envía drones y misiles tras civiles inocentes”.

Las últimas medidas se anunciaron cuando nuevos datos muestran que las sanciones del Reino Unido han congelado £28.700 millones de libras de activos rusos desde que comenzó la invasión a gran escala de Ucrania por parte del país en febrero de 2022.

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