Los fanáticos del fútbol noruego revelaron una pancarta que decía “Dejemos vivir a los niños” junto a una bandera palestina mientras las protestas políticas eclipsaban su victoria por 5-0 sobre Israel.
Erling Haaland, que falló dos penales esa noche, anotó un hat-trick para reservar el lugar de Noruega al Mundial de 2026.
Pero la atención en Oslo se centró en gran medida en lo que sucedió fuera del campo, con banderas palestinas esparcidas en las gradas después de que cientos de aficionados marcharan hacia el estadio para protestar contra Israel.
Más de 67.000 palestinos han muerto como resultado del ataque de Israel a Gaza, que se remonta al 7 de octubre de 2023, cuando militantes que apoyaban a Hamás mataron a 1.200 personas en Israel.
Banderas y bengalas iluminaron el cielo nocturno de Oslo mientras los furiosos aficionados noruegos marchaban hacia el estadio Ullevaal de Oslo.
La seguridad se incrementó para este partido dado el contexto político cuando cientos de aficionados noruegos marcharon por las calles con banderas y pancartas pro-palestinas. Muchos residentes también colgaron banderas palestinas en sus balcones a lo largo de la ruta.
Los aficionados al fútbol noruegos mostraron su apoyo a Palestina mientras protestaban contra Israel.

Las protestas continuaron dentro del campo mientras se exhibía en las gradas una pancarta que decía “Dejen vivir a los niños”.

Un aficionado al fútbol entró corriendo al campo con una camiseta que decía “Liberen Gaza” mientras lo escoltaban fuera.
Dentro del campo, las banderas palestinas eran cada vez más visibles y un aficionado que protestaba corrió hacia el campo durante el partido vistiendo una camiseta de “Gaza Libre”.
Finalmente, los mayordomos lo arrojaron al suelo y se lo llevaron.
Las autoridades del fútbol noruego han adoptado una postura particularmente firme con respecto a la continuación de la participación de Israel en la clasificación para el Mundial.
Antes del partido, la Federación Noruega de Fútbol (NFF) se comprometió a donar todos los beneficios del partido del sábado para proporcionar ayuda de emergencia a Gaza.
Esta decisión se produjo gracias a la presidenta de la NFF, Lise Klaveness, quien explicó en agosto que el órgano rector no podía “permanecer indiferente ante el sufrimiento humanitario”.
En septiembre, Klaveness dijo en el podcast Pop and Politics que no creía que el equipo de fútbol de Israel mereciera el derecho a competir y debería haber sido expulsado, tal como lo fue Rusia en medio de su guerra con Ucrania.
El viernes, las tropas israelíes iniciaron el proceso de retirada como parte de un acuerdo de paz.